En M21Global, la calidad no es una opción, sino un imperativo. Entendemos que cada palabra traducida tiene el poder de afectar a su marca, su reputación y su comunicación global. Por eso, uno de nuestros compromisos más importantes es efectuar un control de calidad riguroso en cada proyecto de traducción que emprendemos.

Nuestro proceso de control de calidad consta de tres fases diferentes: durante la traducción, después de la traducción y después de la revisión. Este enfoque multifacético nos permite identificar y corregir cualquier error o inconsistencia potencial en tiempo real, asegurando que el resultado final esté en línea con sus expectativas y necesidades. Cada fase tiene su propio conjunto de criterios y métricas, lo que permite efectuar una evaluación exhaustiva del texto.

Durante la traducción, nuestros traductores nativos especializados utilizan herramientas avanzadas de gestión de la traducción que incluyen verificaciones automáticas de la coherencia y la terminología. Después de la traducción, un segundo profesional realiza una revisión minuciosa para garantizar la precisión y fluidez del texto. Por último, después de la revisión, se lleva a cabo una verificación final para garantizar que todas las correcciones y ajustes se han implementado de manera efectiva.

Un riguroso enfoque del control de calidad que se ve reforzado por nuestra certificación ISO 17100 y nuestros más de quince años de experiencia en traducción técnica. Utilizamos tecnología punta y seguimos las mejores prácticas del sector para garantizar que cada proyecto se lleva a cabo con la máxima precisión y profesionalidad.

Cuando elige M21Global para sus necesidades de traducción, está eligiendo una empresa que no hace concesiones en cuanto a la calidad. Este enfoque implacable en la excelencia es lo que nos distingue como líderes en nuestro sector y es una de las razones por las que nuestros clientes continúan confiando en nosotros para sus proyectos más importantes.