Una lengua, dos idiomas
Se sabe que, debido al largo periodo en el que Brasil estuvo bajo la administración de Portugal, ambos comparten el mismo idioma: la lengua portuguesa.
Sin embargo, esta lengua presenta especificidades únicas. Por ejemplo, se dice que es uno de los únicos idiomas del mundo con palabras que no se pueden traducir. La más conocida es la palabra «saudade». Esta palabra significa un deseo melancólico o nostálgico por una persona, lugar o cosas, que están lejos, ya sea en el espacio o en el tiempo. Otras palabras interesantes serían las palabras «desbundar» y «desrascanço».
Sin embargo, nos ceñimos a la palabra «saudade» porque revela algo tan carente el mundo en que vivimos: la empatía, el amor al prójimo, los lazos de solidaridad y de convivencia que son tan necesarios y humanizan al ser humano.
También hay palabras que pueden meter a una persona en problemas si se utilizan en el país equivocado. Por ejemplo, la palabra «rapariga», que en Portugal se utiliza para referirse a una chica joven, en Brasil se utiliza para referirse a las «chicas de compañía».
Durex, que en Portugal es una marca de preservativos, en Brasil se usa para nombrar a la cinta adhesiva.
Lo mismo ocurre con «puto», que en Portugal significa “chico, muchacho, chaval”, y en Brasil “hombre homosexual”, “canalla”, “furioso”, o “dinero”.
También hay otras palabras que nos ponen en «faldas ajustadas» [situaciones embarazosas], pero que tienen significados diferentes. Por ejemplo, chávena/xícara (taza); foguetão/foguete (cohete); baliza/meta (objetivo); comboio/trem (tren).
En particular, en el ámbito de la traducción, una dificultad que apareció no fue comprender los falsos amigos, sino entender lo que las personas estaban diciendo, debido al acento. A veces, en conferencias y charlas universitarias, en particular en el norte del país, a menudo es difícil percibir las palabras que se están diciendo. Lo mismo ocurre con el proceso de transcripción, en el que, al principio, hay ciertas dificultades para entender lo que se está diciendo.
Yendo más allá, en el ámbito jurídico, aparte de las distinciones lingüísticas, se dice «burla» en Portugal y «estelionato» en Brasil (que significa “timo o fraude”); en Portugal se denomina «Tribunal de Relação» y, en Brasil, «Tribunal de Justicia» (que en español sería “Tribunal de Apelación” o “Tribunal de Justicia”); «Absolvição de instância» en Portugal, y «extinção sem resolução do mérito» en Brasil (en español “absolución de la instancia”); «arguido» en Portugal y «acusado» en Brasil (“acusado” en español). Entre otros, la diferencia más importante en los procedimientos y las costumbres es que los abogados pueden llevar a cabo actividades notariales, es decir, la autenticación de documentos y firmas, traducciones y realizar fotocopias de documentos. En Brasil estas actividades están limitadas a las notarías.
Por lo tanto, a pesar de ser países que comparten una historia, rasgos culturales e idiomáticos, existen numerosas diferencias lingüísticas, del comportamiento y de la civilización, que enriquecen y ennoblecen enormemente a estos dos países que tan bien saben dar la bienvenida, recibir, celebrar y disfrutar de la vida. Me siento muy aceptado y respaldado en este país tan rico y generoso, tanto en el ámbito personal como profesional.
Henrique Silva, Abogado